AUTENTICIDAD
PERSONALIDAD
EMOCIÓN
ENERGÍA
.
El corazón de todo programa es un casting con storytelling
Cuando llegue al primer casting, Pepa fue la primera persona que vi. Desde el principio me transmitió confianza. Durante todo el proceso nunca me soltó y cuando salimos de GH siguió estando. Después de tantos años seguimos en contacto y nos tenemos un cariño especial.
Como ya muchos sabéis no puedes presentarte a GH anónimos sin antes presentarte a la parte más importante, el casting, donde un grupo de auténticos profesionales analizan todos tus comportamientos y forma de ser, con mucho tacto y cariño, y a los que aunque lo intentes, no puedes fingir. Y es aquí donde entra mi queridísima Pepa Álvaro, la gran Pepa, ¡qué paciencia! ¡cuánta profesionalidad y tacto! Tanto es así, que en la primera toma de contacto con ella la sentí parte de mi entorno, como si la conociera de toda la vida, te hace sentir tan sumamente cómoda, en esos momentos cuando estamos todos con los nervios a flor de piel, que mi experiencia con ella fue y es super bonita y super especial. Gracias por todo.
Conocí a Pepa en 2016 cuando ella era directora de casting en Zeppelin. Siempre me transmitió mucha cercanía y fue una de las “culpables” de que entrara en Gran Hermano. Tuvo un trato muy cercano conmigo y me transmitió mucha seguridad. Gran profesional.
Fue una maravillosa ayuda para mí, ya que fue mi primera experiencia tan importante en televisión y me contuvo tanto que es un recuerdo latente a día de hoy lo mucho que aportó para sentirme tranquila y confiada para dar lo que necesitaban de mi. Sin duda alguna, conocerla es un bello recuerdo de esa gran experiencia de mi vida, sin Pepa Álvaro no existiría una “Desy” en la historia del formato televisivo más extraordinario que existía hasta ese momento, Pepa es parte de la historia de Gran Hermano, pero para mí, y aún más importante, por ella también hoy soy quien siempre quise ser, es también gracias a Pepa que hoy soy Desy Rodriguez, tercera finalista de Gran Hermano 14, y la mujer que siempre soñé ser.